Matt Hall, el desarrollador de Larva Labs responsables de los populares NFT CryptoPunks confirmó que tomará las medidas necesarias ante los cuestionamientos por los derechos de autor tanto en la creación digitial como en el nombre de la colección.
En 2017, Larva Labs creó la colección de NFT CryptoPunks v1 de 10,000 piezas pero al poco tiempo los usuarios descubrieron un error en el contrato inteligente que permitía a los compradores de Punks retirar su Ether (ETH) tras la compra. Como respuesta, Larva Labs consideró rápidamente que la colección no era auténtica y lanzó CryptoPunks v2.En 2017, Larva Labs creó la colección de NFT CryptoPunks v1 de 10,000 piezas pero al poco tiempo los usuarios descubrieron un error en el contrato inteligente que permitía a los compradores de Punks retirar su Ether (ETH) tras la compra. Como respuesta, Larva Labs consideró rápidamente que la colección no era auténtica y lanzó CryptoPunks v2.En 2017, Larva Labs creó la colección de NFT CryptoPunks v1 de 10,000 piezas pero al poco tiempo los usuarios descubrieron un error en el contrato inteligente que permitía a los compradores de Punks retirar su Ether (ETH) tras la compra. Como respuesta, Larva Labs consideró rápidamente que la colección no era auténtica y lanzó CryptoPunks v2.
Ahora existen hay un total de 20,000 CryptoPunks en existencia, con la autenticidad de 10,000 de ellos cuestionada producto de la V1 que fue rechazada por Larva Labs ante el problema del contrato.
Muchos usuarios cuestionan la decisión de Larva Labs sobre la primera colección y lo reflejan en slas redes sociales. “Larva Labs, tienen que resolver sus problemas. Un DMCA no es el camino. ¿Ahora lo haces con tu colección después de haberla intercambiado? Estás haciendo que todo el espacio se vea mal. Detente”
Dado que se suponía que la oferta de CryptoPunks estaba “limitada” a 10,000 piezas, añadir otras 10,000 piezas a la colección reconociendo su legitimidad conduce a la dilución de la marca, y podría provocar una caída del valor de la colección. Sin embargo, no existe ningún precedente legal sobre si el spin-off, resurgimiento y nueva comercialización de una colección de arte NFT debido a un error de contrato inteligente constituye un acto de infracción de los derechos de autor.