Las placas Nvidia son famosas en el ecosistema porque sirven para minar Ethereum aunque su producción original fue pensada para dar mejor rendimientos a los gamers. La empresa siempre vio a esta demanda como un mercado lateral poco atractivo y busca eliminarlo aunque los mineros resisten.
Nvidia decidió limitar algunas aplicaciones para los mineros en su intención que sus tarjetas gráficas (GPU) sean adquiridas solo por los gamers y no por los mineros de Ethereum pese a que esta demanda impulsa los precios de las placas.
Una de esas medidas tomadas por Nvidia fue un restricción para que el nivel de procesamiento de las tarjetas gráficas RTX 3000 con el software Lite Hash Rate bajaría su efectividad hasta un 50%, lo que reubicaba el hash rate de 116MH/s a 64MH/s. Sin embargo, los mineros siguieron comprando estas tarjetas de video ya que los mineros, ya que evaden esa restricción de fábrica mediante un watchdog o software guardián para reiniciar el programa si hay descenso en el hash rate.
No se entiende la decisión de Nvidia ya que los mineros de Ethereum siguen usando las tarjetas por las ganancias que les generan y los valores por una demanda mayor a la producción sigue creciendo, lo que podría representar un interesante mercado para la compañía.