Desde el segundo semestre del 2021 los inversores institucionales mostraron su interés por las altcoisn, corriéndose de la hegemonía de Bitcoin para diversificar las carteras y aprovechar la diversidad que ofrece el mercado cripto. Esta tendencia parece ser el eje para este año, que comienza con grandes caídas de todo el ecosistema.
Para muchos, puede repetirse el mismo proceso que sucedió en el 2017 cuando las altcoins superaron a Bitcoin aunque en esos tiempos el mercado era cerrado con participantes muy especializados. La intervención actual de los institucionales ofrece la posibilidad que grandes volúmenes de dinero se destinen en corto plazo a monedas alternativas, en busca de aprovechar sus propias virtudes para genera ganancias en cortos tiempos.
Los especialistas se refieren a algunos indicadores para confirmar este pronóstico. El rendimiento colectivo de las 125 alternativas principales está construyendo una configuración que sugiere los preparativos para un repunte alcista. Además, el gráfico de dominancia de las altcoins muestra una nueva prueba de ruptura, donde la resistencia podría convertirse en soporte.
Como ejemplo de esta posible tendencia para el 2022 vale el caso de la tercer ballena ETH que a finales de la semana pasada cambiado sus ETH por SAND, MANA y CQT por un total de 14 millones de dólares en un sólo día, cuando Ethereum llevaba una caída del 35 desde el 10 de Noviembre 2021.