La la Guardia Civil detuvo en Alicante a una red que estaba dedicada a cometer estafas a través de las técnicas phising y smishing para robar el dinero de las cuentas bancarias de las víctimas y luego lo invertían en criptomonedas.
La investigación se inició en abril de 2020 tras detectar los primeros delitos informáticos y un ataque masivo a un gran número de clientes de una entidad bancaria mediante smishing a los móviles de los afectados, consiguiendo estafar 600.000 euros a un total de 106 víctimas.
La técnica utilizada por la banda es bastante común, envía un mensaje de texto a los usuarios haciéndose pasar por sus entidades bancarias, de esta manera, cuando las víctimas caían en la trampa, los autores se hacían con el control de las cuentas desde la plataforma online del banco y modificaban la forma de acceso.
Con el dinero obtenido de los delitos, se adquirían distintas criptomonedas a través de diferentes medios que luego se transferían a las cuentas de los miembros de la banda . Asimismo, el uso de medios digitales facilitó a los delincuentes la posibilidad de operar desde cualquier parte del mundo, lo que ha supuesto un trabajo adicional en la investigación policial.