En junio de este año los principales portales de noticias del mundo anunciaban la persecución del gobierno chino a los mineros de criptomonedas de su país, con grandes titulares catastróficos. “China pone en jaque el boom del Bitcoin”, “Duro golpe a la minería de criptomonedas” decían la BBC, CBNC y otros más.
Fue cuando el gobernante Partido Comunista Popular, decidió aplicar rigurosamente su prohibición a las criptomonedas y comenzó a desarmar las numerosas granjas mineras existentes en el gigante oriental. Con prisión para centenares de trabajadores de la industria, bajo el pretexto de promover el lavado de dinero y las actividades ilícitas.
En ese momento China concentraba casi el 60% de toda la minería Bitcoin del mundo y la persecución hizo caer la actividad por debajo del 50%. El mercado crypto sufrió la persecución y muchos detractores se restregaban las manos al imaginar un grave problema para Bitcoin y compañía. Los pronósticos eran negros y aquellos principales opositores a las criptomonedas como muchos funcionarios de EEUU y gran parte de Wall Street, se preparaban para festejar un estruendosa caída. Sin embargo nada de eso sucedió, por el contrario, EEUU inició un proceso más amigable para los activos digitales descentralizados para aprovechar un billonario mercado que su archienemigo chino acaba de expulsar y dejar libre.
Muchos países quisieron aprovechar el éxodo chino de mineros y ofrecían promociones industriales para atraer a las empresa. Kazajistan, El Salvador y otros lograron ganar una cuota de ese interesante mercado pero el gran ganador fue EEUU, quien hasta hacía solo semanas decía que la minería cripto afectaba al planeta por su consumo de energía. En menos de 6 meses, Estados Unidos concentró en casi el 40% de toda la minería mundial, para ser “la” potencia actual de esta industria, con Texas como centro principal. Es más, hace solo unas semanas surgió el firme rumor firme de que el gobierno de EEUU estaría minando a escondidas.
La prohibición China no impulsó sola a la minería en EEUU sino que forzó a la potencia del norte a cambiar su paradigma inicial del Bitcoin, del odio a la aceptación. Con China fuera de la pelea, un mercado de USD 2,3 billones estaba disponible para que el centro financiero del mundo intentara aprovecharlo. Solo Apple y Microsoft, tienen todavía, un valor de mercado superior a la industria cripto con 2.6 y 2.5 billones de dólares respectivamente. Tesla, Amazon, Facebook, JPMorgan, Visa, Bank of America y decenas de gigantes más, están por debajo.
EEUU con graves problemas financieros y una fuerte inflación recesiva, necesitaba primero obtener ingresos nuevos surgidos de los impuestos. La opción de aumentarlos no es muy atractiva para el electorado así que mejor que incorporar una industria nueva, aceptarla a regañadientes y obtener grandes ingresos para las reservas de EEUU a través de impuestos. Por septiembre, el cálculo de algunos funcionarios es que lograrían recaudar varios cientos de dólares frescos, de la industria cripto.
Esta señal del gobierno, impulsó a grandes inversores, reconocidos bancos y servicios financieros tradicionales de Estados Unidos a participar activamente del mercado, sumando millones de dólares para compras de Bitcoin primero, y después, ya más perfeccionado el análisis, con altcoins de interesantes proyectos como Cardano, Solana, Polygon y varias más.
Casi al mismo tiempo, después de interminables rechazos la Secretaría de Bolsa y Valores de EEUU dió luz verde al primer fondo Bitcoin para cotizar en la meca de Wall Street. Desde las fuertes rechazos, con críticas a las criptomoendas por ser una “absurda burbuja sin valor”, “útil solo para que los delincuentes laven dinero” y un “atentado al medioambiente” pasaron solo 10 meses. ¿Qué pasó en el medio?: China. Su prohibición y las urgencias de un pésimo año de Estados Unidos hicieron que todo cambiara, y que los catastróficos pronosticadores del mundo financiero de EEUU anduvieran por octubre preguntando a cuanto cotizaba BITOe, el primer fondo BTC.
Para cerra este análisis es importante destacar que otro de los factores que impulsó a los Estados Unidos a adoptar a las “odiadas” criptomonedas fue el gran impulso de yuan digital chino.Economistas norteamericanos criticaban la pasividad del gobierno de Joe Biden ante el avance de la moneda digital china en el mundo, que podría dominar las operaciones internacionales. Sin tiempo para desarrollar y salir a competir con un Dólar digital, la mejor alternativa para equilibrar fuerzas fue adoptar al Bitcoin e intentar manejarlo. Si EEUU lo logra, hasta puede hacer perder valor al yuan digital, es decir a China, mientras que el dólar, en billete no sería afectado.
Duras críticas y acusaciones iniciales, pronósticos catastróficos ante la prohibición china y cierre de granjas, enemigos que ahora son “aliados”. Un gran resumen de lo que pasó este año a partir de la decisión de China y un modelo que seguro seguirá repitiendose, con un una industria cripto supera todas las dificultades y crece mientras mundo tradicional y conservador augura derrumbes de Bitcoin.