Mientras algunos inversores legendarios como Rich Bernsteinn, miembro del Salon de la Fama de Wall Street, hablan de la “peor burbuja financiera de la historia” que se derrumbará como las puntocom de los 90, la mayoría de los analistas de Wall Street discuten en estos momentos si ya tienen control sobre el criptomercado o cuan lejos están de tenerlo.
Por el centro financiero mundial hay una creencia generalizada que las oscilaciones y volatilidad de Bitcoin se produce con muy poco esfuerzo de capital, que pueden llevar adelante pocos grandes inversores para mover la cotización a sus conveniencias. Estiman que alrededor del 80 por ciento de los poseedores de bitcoins nunca han vendido por lo que “cuando un gran inversor en criptomonedas estornuda, todos se resfrían”.
Brian Brooks es un importante financista, hombre muy cercano a Donald Trump que ha participado de Coinbase y Binance US. Hace unos días aseguraba que “Una persona que se deshaga de su posición puede tener un efecto masivo en el precio. Cuando escuchas acerca de un día en el que hubo una caída gigante en el precio de bitcoin, a menudo resulta que hubo uno o dos grandes operadores que estaban deshaciendo una posición apalancada.”
Para muchos expertos de Wall Street, la celebrada bienvenida al mercado a los inversores institucionales, creyendo que ayudarían a impulsar el valor de BTC hasta los esperados USD 100 mil, se ha vuelto en contra. El enorme flujo que llegó con los grandes inversores generan nuevas vulnerabilidades y demostrarían con que facilidad sacuden al mercado, al menos por el momento.
Esta nueva y enorme participación institucional de EEUU en el criptomercado generará una correlación cada vez mayor entre el sentimiento de riesgo en los mercados tradicionales y los digitales, es decir que los movimientos de ambos mercados serán cada vez más similares. Desde esta consideración en la que coinciden especialistas y medios como Financial Times y Forbes, muchos atribuyen la caída de las criptomoendas en este diciembre en el interés de muchos inversores profesionales para presentar ganancias en rendimientos reales antes de fines de este año.
El Bitcoin, aunque ahora en un estado de dudas y temores, generó en este 2021 una ganancia de casi el 50%, una cifra que Wall Street no puede desestimar y por eso la búsqueda casi generalizada por aprovecharla. Desde uno de los inversores más reconocidos destacan que “hay que pensar que Bitcoin es simplemente otro activo de riesgo que se recuperará cuando el mundo sea un buen lugar y se venderá cuando no lo sea”.
Los esfuerzos de muchos legisladores y también empresarios por una regulación clara en Estados unidos, busca que muchos grandes inversores institucionales se metan de lleno en el mercado criptográfico para equilibrar fuerzas y que unos pocos inversores no provoquen esta volatilidad actual mostrada en las últimas semanas. Desde bancos reconocidos como el Desutche Bank o BBVA aseguran que participarían con mayor volumen en Bitcoin, si existieran reglas claras que dimisnuyeran los riesgos financieros y legales. Aunque parecería que el núcleo mayoritario de las finanzas de USa han decidido adoptar las criptomonedas, aun existen voces muy fuertes y de peso político que pretenden prohibiciones.