Los enormes beneficios de seguridad y garantía que ofrece la tecnología blockchain despierta enorme interes en el mercado financiero tradicional. Degún la Encuesta Global Blockchain 2021 de Deloitte, el 80% de los encuestados compartió que los activos digitales se volverían muy importantes para sus respectivas industrias. Sin embargo el interés se frena ante las dudas que generan el concepto descentralizado y anónimo inicial de las cadenas de bloques.
Para evitar esos problemas vinculados a las regulaciones y normas surgen los tokens de seguridad que son regulados en la blockchain y pueden identificarse como contratos de inversión. Representan la propiedad de activos como acciones, bienes raíces, deuda y otros con la única diferencia de que se crean digitalmente.
Brindan nuevas oportunidades de inversión y reducen los costos para todos en los mercados de capital. Por ejemplo, un usuario puede tokenizar un flujo de caja de un producto específico en una empresa específica. Como activo tokenizado, los inversores ahora pueden exponerse al flujo de caja específico de la empresa en lugar de a toda la empresa.
Ya se han hecho propuestas para emitir y administrar tokens de seguridad en la cadena de bloques Ethereum , ya ha recorrido un largo camino para hacer que los tokens de seguridad sean más viables para las instituciones. Desafortunadamente, estos estándares aún carecen de funcionalidad y escalabilidad, ya que las cadenas de bloques de propósito general como Ethereum no son ideales para valores.
Todavía existe un área de controversia sobre cómo se pueden compensar y liquidar los valores públicos. Algunos reguladores ya ven los métodos fuera de la cadena como una solución para el mantenimiento de registros, aunque aprovechan los tokens de seguridad en la cadena para representar los valores mismos.