Las dos naciones europeas realizaron en conjunto una prueba de pagos transfronterizos para evaluar las posibilidades y riesgos del uso de una CBCD propia de cada país o del euro digital. La experiencia fue llevada adelante por el Banque de France (BdF), el BIS Innovation Hub (BISIH) y el Swiss National Bank (SNB·.
El éxito de la prueba no garantiza la emisión de una CBDC por parte de las autoridades suizas o francesas. El informe concluyó que, “las CBDC podrían incorporarse en nuevos acuerdos de liquidación que podrían cambiar la estructura y el funcionamiento de los mercados de capitales, los mercados monetarios y los mercados de divisas. La ampliación del uso del dinero del banco central a través de un acceso más amplio o una mayor liquidación transfronteriza podría catalizar estos cambios, al igual que una integración más profunda de las monedas con otros activos y valores digitales”.
Para realizar esta experiencia piloto se desarrolló primero una red descentralizada peer-to-peer para validar las transacciones siempre en condiciones que puedan cumplir todas las normas legales, regulatorias y comerciales de las naciones gobernantes.
Luego se convirtió en moneda digital euros y francos suizos y se incorporó a la red el Papel Comercial Europeo Negociable, un instrumento de deuda con vencimiento a corto plazo (un año o menos) denominado en euros, que servía como ejemplo modelo para la experiencia. Al final se realizó la operación de pagos internacional, con total éxito.