Vender en corto (“shorting” o “short selling”) significa vender un activo con la esperanza de recomprarlo posteriormente a un precio más bajo. Un trader que abre una posición corta espera que el precio del activo caiga, lo que significa que tiene un sentimiento “bearish” (bajista) respecto a dicho activo. Así que en lugar de hacer “hold” y esperar, algunos traders adoptan la estrategia de la venta en corto como una manera de beneficiarse de la caída del precio de un activo. Es por este motivo por el que la venta en corto puede ser también una buena forma de preservar el capital durante declives del precio.
En un mercado bajista el short-trading en el mercado de futuros pinta como la mejor opción para conseguir ganancias, aún durante las caídas más pronunciadas.
Y es que los futuros de BTC permiten a los operadores especular sobre el precio de la moneda digital sin tener que comprarla o venderla. Los comerciantes pueden intentar aprovechar su naturaleza volátil vendiendo bitcoins en corto, o short. Sin embargo, la venta en corto no es para el comerciante novato, ya que conlleva diferentes riesgos para la compra del BTC.
Al comerciar bitcoins en “short”, el objetivo es vender la criptomoneda a un precio alto y volver a comprarla a un precio más bajo. A diferencia de la mayoría de los comerciantes a los que les gusta comprar barato y vender caro, los vendedores en corto adaptan el orden de esta filosofía y buscan vender caro y comprar barato.
Si son correctos y el precio baja, el comerciante de bitcoins se beneficia del movimiento del precio entre el momento en que vendió el activo y el momento en que lo volvió a comprar. Hay que saber cuando es el momento indicado para tradear. Hay que basarse en varios factores, incluidas noticias, análisis técnico y el clima actual del mercado.