El niño genio creador de Ethereum, que a los 27 años logró que la plataforma mueve $ 9 mil millones en valor por día, admite que si pudiera, cambiaría los orígenes del gigante.
En un ida y vuelta desde Twitter, como no podía ser de otra manera, Buterin admitió que se arrepiente de “Todo el asunto de los ‘8 cofundadores, de elegirlos tan rápido y sin discriminación”.
El G8 del que habla Vitalik son el entrenador de póquer Mihai Alisie, el empresario canadiense Anthony Di Iorio, el programador Jeffrey Wilcke, el matemático Charles Hoskinson, Amir Chetrit que trabajaba en Coloured Coins, el CEO de SyNerG Music, Joseph Lubin, y el científico informático Gavin Wood. De este grupo, Hoskinson fundó Cardano y Gavin Wood su Polkadot.
En esos primeros tiempos, tal vez felices y revolucionarios, la enorme pelea interna por decidir si sobre si Ethereum debería ser una corporación con fines de lucro o sin fines de lucro, terminó con la expulsión de Hoskinson.
“La gente es más difícil de coordinar estrechamente en grupos pequeños de lo que esperaba. No se puede simplemente hacer que todos se sienten en círculo, vean la bondad inherente de los demás y se lleven bien, especialmente cuando están en juego grandes conflictos de incentivos ”, explicaba Buterin recordando esa época.
Como para resumir su sentimiento actual, también en retrospectiva de los inicios de Ethereum, el joven ruso-canadiense confiesa que “mi gran período de tiempo en Singapur el año pasado me cambió bastante. Fue interesante simplemente … estar solo y con mis propios pensamientos por primera vez en casi una década”.