Es un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Las cuatro principales características de los NFT es que son únicos, indivisibles, transferibles y con la capacidad de probar su escasez.
En Economía, un con dinero, uno puede intercambiar un billete de 100 pesos por dos de cincuenta y tendrá el mismo valor. Sin embargo, si algo no es fungible, eso es imposible: significa que tiene unas propiedades únicas, por lo que no puede ser intercambiado. Activo fungible es algo con unidades que se pueden intercambiar fácilmente, como dinero.
Los NFT son piezas únicas, y resultan valiosos ya que son “deseables”. Para entender por qué un NFT de un meme, una obra digital o una carta coleccionable, es un elemento valioso, es importante tomar en cuenta que el concepto del valor es subjetivo. A diferencia de las monedas de un país, cuya valor depende de su liquidez, usabilidad y prestigio —variables económicas y monetarias—, las personas interactúan con los tokens no fungibles de una manera similar que, con las obras de arte, las prendas de ropa y los bienes materiales. Es decir, por medio del gusto.
No hay un precio estipulado para los NFT, se han hecho operaciones millonarias como por ejemplo: El 19 de febrero, un Gif de Nyan Cat, el famoso meme de 2011 de un gato con cuerpo de galleta volando, se vendió pro más de US$500.000. Pocas semanas después, la cantante canadiense Grimes vendió una colección de obras digitales por más de US$6 millones. El fundador de Twitter Jack Dorsey vendió su primer tuit en la red social por US$2,9 millones.
Actualmente, los NFT son una tendencia mundial porque son piezas coleccionables únicas, de edición limitada, constituyen una reserva de valor debido a que hay un mercado fuerte que compra y vende estas piezas que está en pleno crecimiento y ya tiene un volumen muy relevante.
Una complicación que traen, aparentemente, los NFTS son el gran impacto ambiental que causan en la blockchain debido al excesivo gasto energético que causa su creación. Se ha calculado que una galería de arte de NFT consume a lo largo de medio año unos 260 MWh y produce más de 160 toneladas en emisiones de dióxido de carbono. A esto se une el hecho, que la mayoría de la energía utilizada por los centros de criptominería no proviene de fuentes de energía renovable.