Quien encabeza este pedido es Kyle Bass, un reconocido financista de Dallas y director de inversiones de Hayman Capital Management, una gestora con una cartera valuada en unos 63,340,000 USD.
“El yuan digital es la mayor amenaza que ha enfrentado Occidente en los últimos 30 o 40 años” asegura Bass, quien describió el proyecto chino como un caballo de Troya digital. “Creo que China podría forzar la adopción de su moneda digital para el comercio e inversiones en el país, a menos que Estados Unidos y [el resto de] Occidente lo ilegalice o, en general, no lo permita”
La tesis de Bass sobre el yuan digital sostiene que su objetivo final es ejercer influencia a nivel mundial, y darle una posición económica más importante a China. Sugirió que las unidades que se emitan tendrán una suerte de “inteligencia”, que le permitan rastrear datos privados (números de seguridad social o direcciones).
Kyle Bass ganó 500 millones dólares poco tiempo antes del crack de la Bolsa de 2007, al comprar permutas de incumplimiento crediticio sobre valores hipotecarios de alto riesgo de Estados Unidos en el período previo a la crisis financiera.