Los prolijos comunicados oficiales indican que la Subsecretaria de Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, se reunió el miércoles 30 con el Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para discutir sobre la Ley Bitcoin salvadoreña y sus implicancias.
Al mismo tiempo, desde la Casa Blanca se difundió que EEUU colaborará con el país centromericano para que logre un acuerdo con el FMI y reciba una financiación dedicada de mil millones de dólares, una cifra tentadora para que El Salvador frene su ley. Habrá que ver si el presidente Bukele acepta esta oferta o mantiene su postura a favor del Bitcoin, que precisamente ofrece descentralización para salir del control económico global del FMI y tantos otros.
Apenas dos días después de aprobada la Ley Bitcoin salvadoreña, el Fondo Monetario Internacional había emitido un comunicado en el que decía que “La adopción de bitcoin como moneda de curso legal plantea una serie de problemas macroeconómicos, financieros y legales” y que había decidido “seguir muy de cerca la situación en El Salvador”, una promesa que con la reunión del miércoles se empieza a cumplir.
“Le sugerí al presidente que, sea lo que sea lo que El Salvador decida hacer, se asegure de que está bien regulado, de que es transparente y de que es responsable, y se proteja de los actores malignos” comentó la subsecretaria de EEUU, Victoria Nuland, después de la reunión.
Mientras, en suelo salvadoreño también se quiere frenar la ley. Un grupo de ciudadanos liderados por políticos opositores presentaron una demanda contra el Gobierno por considerar que la Ley Bitcoin es inconstitucional al ser aprobada de manera casi inmediata debido al control casi totalitario de los poderes que tiene el presidente Bukele. Una mirada que demuestra la complejidad de la situación salvadoreña con su propio entramado político, donde una ley de descentralización se cuestiona por ser aprobada de forma totalitaria.
Los Estados Unidos y el FMI ya empezaron a intervenir en el proceso, un sector de su población presenta amparos judiciales mientras todo el mundo observa a este pequeño país de América Latina, que ha provocado una verdadera revolución.