El director del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, salió a meter presión a sus colegas europeos con declaraciones de alarma casi apocalípticas, para que se impongan restricciones y controles a las monedas digitales.
“Tanto en las monedas (digitales) como en los pagos debemos actuar lo más rápido posible. Europa debe movilizarse y establecer un marco regulatorio para las criptomonedas a corto plazo”.
Mientras los países emergentes o con economías estancadas buscan en las crypto una solución a sus problemas, las naciones más poderosas quieren acotar esta ola que crece y fijar marcos regulatorios a las “incontrolables” monedas digitales.
En sus declaraciones, François Villeroy continuó enviando mensajes de preocupación al asegurar que Europa está expuesta al riesgo “de una erosión de nuestra soberanía monetaria, con infraestructuras financieras y sistemas monetarios digitales que compiten con las monedas soberanas”.
Parafraseando al amigo Newton, ante una fuerza que intenta cambiar de lugar algo le llega una fuerza opuesta para evitar ese movimiento. Los mensajes del sistema financiero sobre la necesidad de regular las criptomonedas, es claro ejemplo de esa fuerza de oposición ante el modelo de El Salvador, que ya aceptó a Bitcoin como moneda legal.
Por el momento, las declaraciones quedan como en el caso de Francia, en manos de poderosos referentes del mercado financiero, sin que los presidentes o la naciones de forma oficial tan comunicados concretos sobre el tema. Es que en esos mismos países existe una gran cantidad de jóvenes y emprendedores que se han sumando al ecosistema digital, y ellos también votan. Hasta ahora, China sin un sistema democrático de elecciones, es la única potencia que avanza contra las crypto de forma abierta.